The Big Reset

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The Big Reset

Recientemente ha salido a la luz un documental denominado The Big Reset al que se puede acceder en la siguiente dirección:  https://thebigresetmovie.com/. Proporcionamos el enlace porque no es fácil acceder a él, ni siquiera desde Google. Si tecleamos “The big reset movie” todos los enlaces que aparecen en las primeras posiciones son de fact checkers hablando de las mentiras del documental. Personalmente no les tenemos ningún respeto a esas páginas que se otorgan la facultad de decidir lo que es cierto o falso, en nuestro caso preferimos escuchar, investigar y formarnos una opinión propia principalmente basada en los datos.

El documental es entretenido, y básicamente plantea la pandemia del COVID-19 como un medio para avanzar hacia lo que se denomina el nuevo orden mundial. Los participantes en el documental son en casi todos los casos gente de nivel: genetistas, biólogos moleculares, epidemiólogos, médicos, abogados, periodistas de prestigio, e incluso un Premio Nobel, que exponen su opinión sobre la pandemia y su gestión, y que han sido censurados sin piedad durante los dos últimos años. Si bien el documental trata muchos aspectos, algunos de ellos constituyen meras conjeturas de las que no sabremos si son ciertas o falsas hasta dentro de unos años. Eso suponiendo que seamos capaces de conocer la verdad. Sin embargo, desde escission nos hemos querido centrar en si los datos sostienen dos de las hipótesis del documental, que en mi opinión quedan bien justificadas y razonadas, pero que nos gustaría tratar de corroborar o desmentir de forma objetiva:

  1. Primero, sostienen que la pandemia no ha sido para tanto, y las medidas a las que nos vimos sometidos los ciudadanos, con una pérdida de derechos sin precedentes en la era moderna, no estaban justificadas.
  2. Segundo, el gran error en la estrategia de vacunación obligatoria con unas vacunas de dudosa eficacia, y la persecución y coacción a las que nos hemos visto sometidos todos los ciudadanos para inocularnos.

En escission  no somos expertos en vacunas, ni en virus, ni en análisis del comportamiento, ni en medios de comunicación, ni en muchos de los campos desde los cuales se pueden analizar los últimos dos años y medio, pero sí somos expertos en el análisis de datos. Con este artículo queremos analizar si empleando los datos oficiales disponibles en España estas afirmaciones se sostienen o no.

Los datos

En primer lugar, describimos los datos que vamos a emplear. Contrariamente a lo que cabría pensar, no vamos a emplear datos oficiales del COVID-19 accesibles en el Centro Nacional de Epidemiología  (https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentaci%C3%B3n-y-datos) por dos motivos fundamentales:

  1. Disparidad de criterios en la contabilización de fallecidos por COVID-19, tanto espacialmente en las distintas Comunidades Autónomas, como a lo largo del tiempo.
  2. Dejaron de proporcionarse a partir de aproximadamente el 21 de marzo de este año 2022, por lo que no disponemos de información oficial fidedigna para saber qué es lo que está ocurriendo hoy en día.

Los datos que vamos a analizar son los datos del sistema de monitorización de la mortalidad por todas las causas, MoMo. En concreto empleamos los datos accesibles en este fichero datos. Este sistema está específicamente diseñado para la detección de anomalías en la mortalidad asociadas a eventos que merecen la atención de las autoridades sanitarias, tales como olas de gripe, olas de calor, o incluso pandemias. Esta base de datos tiene la ventaja adicional de que proporciona una previsión basada en un modelo que han modificado recientemente, y además, en la actualidad, tiene la ventaja de que proporcionan los datos desde 2015, en contraposición a la ventana móvil de dos años que estaba accesible vía web con anterioridad. Y precisamente ese es el punto fuerte de esta base de datos para este análisis concreto.

Nuestro propósito es comparar los fallecidos por meses y años desde el 2015 hasta día de hoy. Una pandemia como la que hemos padecido y en la que se nos han impuesto medidas anticonstitucionales, y se nos ha coaccionado con merma de derechos y libertades, debería mostrar un patrón de fallecidos mucho más alto que los fallecidos en años precedentes. El análisis lo haremos tanto a nivel nacional, como desagregado por edades. Y mostraremos datos de dos Comunidades en la que la gravedad de la situación llevó a sus presidentes, Miguel Ángel Revilla y  Alberto Núñez Feijóo, a plantear la vacunación obligatoria, “por lo civil o lo criminal” en el primer caso, y a través de una reforma en la  Ley de Salud de Galicia en el segundo.

El análisis

El análisis descriptivo exhaustivo de los datos del MoMo, con sus gráficas y tablas se encuentra en el siguiente enlace MoMo escission. En este artículo mostramos sólo algunas de las gráficas más relevantes de cara al análisis.

La primera figura se muestra a continuación:

Fallecidos mensuales en España desde el 2015 hasta el 2022
Fallecidos mensuales en España desde el 2015 hasta el 2022

Es un gráfico de barras que muestra los fallecidos mensuales por todas las causas desde el 2015 hasta el 2022. Destacamos los siguientes aspectos:

  1. El peor enero se corresponde con el 2021, en el que efectivamente el COVID-19 golpeó fuerte con 52600 fallecidos, unos 2700 más que el siguiente valor de enero de 2017.
  2. El peor febrero se produjo en 2015 con 42889 fallecidos, 1800 fallecidos más que enero de 2021, el siguiente mes con mayor número de fallecidos.
  3. Marzo y abril fueron sin duda los peores meses de la pandemia con mucha diferencia. En el documental se achaca este hecho a la virulencia del virus por aquel entonces y a la mala gestión en las residencias de ancianos. Veremos posteriormente, que prácticamente la totalidad de ese pico se corresponde con fallecimientos en personas mayores de 70 años.
  4. Sorpresivamente, en los meses de mayo, junio y julio, el único año que destaca sobre el resto es el 2022, cuando ya parecía que tanto el gobierno como los medios de comunicación daban por finalizada la pandemia.
  5. En agosto, los tres años de pandemia 2020, 2021 y 2022 muestran excesos de fallecidos con respecto a los años anteriores.
  6. Sin embargo, en los meses posteriores queda patente el efecto de la segunda ola, con excesos de fallecidos en el 2020.
  7. En diciembre no destacan ninguno de los años de pandemia debido al número de fallecidos de 2017.

¿Qué ocurre si desagregamos por franjas de edad? En este caso estos son los resultados:

Fallecidos mensuales en España por franjas de edad desde el 2015 al 2022
Fallecidos mensuales en España por franjas de edad desde el 2015 al 2022
  1. Entre los 0 y 14 años, los datos son muy variables siendo el peor registro el de mayo de 2016. Pero no hay ningún valor de ningún mes de los años de la pandemia que resulte escandalosamente grande como para suscitar una alarma sanitaria.
  2. Entre 15 y 44 años, en ninguno de los 12 meses los mayores registros se corresponden con los años de la pandemia, el 2020, 2021 y 2022.
  3. A partir de 45 a 64, de 65 a 74, de 75 a 85 y mayores de 85. El patrón es análogo al nacional, pero aumentando la escala de fallecidos de una franja a la siguiente.

A la vista de estos datos, y al hilo a las críticas del documental, podemos plantearnos las siguientes cuestiones:

  1. ¿Era necesaria la vacunación masiva? Los datos de las franjas de edad por debajo de 45 años muestran claramente que no ha habido pandemia en términos de fallecidos en esas franjas de edad. ¿Para qué vacunar entonces con unas vacunas autorizadas por la vía de emergencia? ¿No debería haber imperado el principio de precaución, tal y como indica en el documental el profesor Luc Montagnier? Más aún, ¿estaban justificadas las medidas de confinamiento y coacción para la vacunación a las que nos hemos visto sometidos?
  2. En la siguiente franja de edad, entre 45 y 64, a excepción de la primera ola de marzo y abril, ¿son unos datos tan preocupantes como para imponer las medidas que se impusieron?
  3. Otro aspecto preocupante, especialmente en las franjas de edad mayores y con porcentajes de vacunación muy elevados, es el repunte de fallecimientos de 2022. Después de los picos de marzo y abril, los mayores picos se dan en meses de 2022. Este dato podría ser un indicativo de que las vacunas no funcionan, y debería ser una hipótesis con la que trabajen nuestras autoridades sanitarias. ¿Se ha planteado alguien esta posibilidad más allá de los participantes en el documental?

Hasta este punto, únicamente hemos discriminado por edades en todo el territorio nacional, pero qué ocurre si hablamos de pandemias por comunicades autónomas. ¿Qué ocurre con Cantabria y Galicia?, comunidades en la que la situación fue tan crítica que llevó a sus presidentes autonómicos a promulgar la vacunación obligatoria.

 

Fallecidos mensuales en Cantabria por franjas de edad desde el 2015 hasta el 2022
Fallecidos mensuales en Cantabria por franjas de edad desde el 2015 hasta el 2022

El primer gráfico pertenece a Cantabria y estas son algunas de las observaciones relevantes:

  1. En niños no se observan consecuencias claras de la pandemia, el peor registro es de agosto de 2015 con 9 fallecimientos en un mes.
  2. En el tramo de 15 a 44 el peor mes se corresponde con enero de 2020, cuando aún no había llegado el virus a España, al menos oficialmente. Los años 2020, 2021 y 2022 son totalmente normales con respecto al resto.
  3. En el tramo entre 45 y 64 ocurre lo mismo, no hay un rastro claro y evidente de la pandemia.
  4. En el resto de las franjas de edad, los únicos datos que podrían preocupar son los de abril de 2020, en el primer pico, y sorpresivamente los datos de mayo, junio y julio de 2022.
  5. ¿Estos datos justifican todas las medidas que se han puesto en marcha en Cantabria, análogas al resto del territorio nacional?
  6. Estos datos nos plantean el siguiente interrogante ¿se ha producido más mal con la campaña de vacunación que con el virus en sí? Obviamente no tenemos indicios claros de por qué se produjeron esos picos en este año, pero no debería descartarse ninguna hipótesis, ni siquiera la ineficacia de las vacunas o incluso su posible perjuicio. Parece que los datos soportan las hipótesis del documental.

A continuación, mostramos los datos de Galicia:

Fallecidos mensuales en Galicia por franjas de edad desde el 2015 hasta el 2022
Fallecidos mensuales en Galicia por franjas de edad desde el 2015 hasta el 2022

Los resultados son muy parecidos a los de Cantabria, e incluso se nota menos la influencia del virus tanto en la primera como en la segunda y posteriores olas. Pero en este caso el efecto del exceso en 2022 es aún más claro. ¿Hubo pandemia en Galicia? ¿Fue fruto de la buena gestión? ¿Justifican estos datos las medidas draconianas impuestas por el gobierno gallego? ¿Qué ha ocurrido en el año 2022?

Conclusiones

El establecimiento de conclusiones tiene siempre una componente subjetiva, y éstas no van a ser diferentes en ese sentido. En nuestra opinión, los datos soportan y reflejan muchos de los argumentos que proporciona el documental The Big Reset en lo referido a la exageración de la pandemia, y a cómo han logrado hacer de algo innecesario, como es la vacunación, algo casi obligatorio, restringiendo derechos y libertades por doquier. Y lo peor es que la gran mayoría de nosotros hemos sido cómplices.

Material adicional

Como complemento adicional a este artículo os recomendamos escuchar el siguiente Pod Cast sobre el documental.